El tiempo vuela

Mis cumpleaños en mi infancia y los de mi hermana nos los celebraban nuestros padres; aquellas fiestas las disfrutábamos muchísimo, recuerdo que asistían amiguitas, primos, primas, amistades de mi mamá y mi papá, en fin la casa se llenaba.
En esas celebraciones se hacían actividades como rifas, competencias de baile, les poníamos el rabo al burro (en una pared colgaban un burro pintado, pero sin rabo, entonces nos vendaban los ojos y nos daban un rabo para pegárselo al burro; al que ganara se le concedía un regalo consistente en juguete, caramelos y otros.
Así pasábamos un rato agradable, comíamos diferentes golosinas, el delicioso cake, pasteles, refrescos, jugábamos con globos, serpentinas; y por supuesto no faltaban las fotografías, en unas ocasiones apretábamos la boca, en otra nos reíamos, salíamos hasta un poco despeinadas, inocencia pura. Nunca pensábamos que los años estaban pasando, que nuestros cuerpos iban cambiando, que el tiempo vuela
Pero a veces nos toca vivir momentos duros, relacionados con mi familia por ejemplo, muertes tempranas; por esa causa rechacé celebrar cumpleaños en la casa, prefería salir a comer a algún restaurante de la ciudad, Bayamo, en Cuba, preferiblemente a La Presa, donde se come pescado, me encanta; o a otro llamado La Cubana, ahí cocinan sabroso. Así lo hice durante varios años convirtiéndose en una tradición, hasta que llegaron los 50.
Casi un mes antes de cumplirlos me preguntaba cómo serían mis 50, cuando Migue, mi compañero, me propuso celebrármelos en la casa junto a familiares, amigos y amigas; aunque él sabía cuál era mi costumbre al respecto, no obstante hizo su propuesta; pues bien, creo que es lo mejor que he podido disfrutar, allí en mi casa, estuve con el recuerdo del pasado y con todos los presentes, un viaje a la semilla. Con la diferencia que meditamos acerca de cuánto hemos vivido, y lo que hemos dejado de hacer, y de cuánto nos faltará; ah nos tomamos fotos, sé que he cambiado, pero me siento orgullosa, feliz, complacida, con un poco más de fuerza porque estoy aquí, viva y con mucha energía.
Así son mis 50, Brindo por ellos y le doy gracias a Dios doy por haber llegado.